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  • Trevor J. Dadson, In Memoriam
  • Santiago Martínez Hernández

Qué colmado de pesarpasa el tiempo y nunca para,mas si él no pasara,¿quién le pudiera pasar?

—Diego de Silva y Mendoza, Conde de Salinas, Obra completa I. Poesía desconocida, editado por Trevor J. Dadson, Real Academia Española, 2016, p. 55.

CON UNA EXTRAÑA MEZCLA DE PESADUMBRE y saudade asumí la responsabilidad que me confió la revista Bulletin of the Comediantes de dedicar unas páginas al profesor Trevor J. Dadson, tristemente desaparecido el 28 de enero de 2020 en Charlottesville mientras ejercía de profesor visitante en la University of Virginia. Su muerte nos ha conmovido a quienes tuvimos la fortuna de conocerlo y aprender de su magisterio.

Probablemente no sea la persona más indicada para recordar al profesor Dadson; otros hay mejores que yo para dedicarle el sentido homenaje que merece. Nunca unas páginas me habían arrancado tantas emociones. Vayan pues estas pocas líneas escritas con respeto, admiración y afecto por alguien que lo conoció tempranamente, cuando era apenas un recién licenciado en Historia que leía sus importantes contribuciones sobre bibliotecas españolas del Siglo de Oro mientras concluía su memoria de licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid. Con el correr de los años estrechamos el contacto y tuvimos ocasión de conocernos más durante sus habituales y largas estancias en España, país al que estaba unido por fuertes vínculos. Casado desde 1974 con María de los Ángeles Gimeno Santacruz, licenciada en inglés y alemán por la Universidad de Salamanca, y desde 1998 profesora de lengua española en el Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Birmingham, Dadson—que se había interesado por la lengua española desde el instituto—se doctoró en Cambridge con una tesis sobre el poeta barroco madrileño Gabriel de Bocángel y Unzueta, bajo la dirección de Edward M. Wilson. Años después obtuvo una plaza de profesor en la Queen's University de Belfast, donde fue catedrático. En 1990 se hizo cargo de la cátedra de Estudios Hispánicos de la Universidad de Birmingham, vacante tras la jubilación del medievalista Derek Lomax. Una década más tarde, en 2004, tomó posesión de la cátedra de Estudios Hispánicos de la Queen Mary University of London, institución de la que llegó a ser vicerrector. En 2008 fue nombrado miembro de la British Academy y en 2015 Comendador de la Real Orden de Isabel La Católica, ingresando un año más tarde en la Real Academia Española y la Real Academia de la Historia como académico correspondiente. Fue presidente de la Asociación de Hispanistas de Gran Bretaña y de la Asociación Internacional del Siglo de Oro. Su jubilación, en [End Page 8] el otoño de 2017, no le apartó del trabajo. Continuó al pie de cañón como catedrático emérito. En estos años se sucedieron los reconocimientos a toda una carrera que continuó agigantándose a medida que se materializaban los distintos proyectos en los que volcó todo su habitual entusiasmo. Entre estos homenajes, uno de los más apreciados por él fue el que recibió del Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos en Ciudad Real. La localidad manchega le dedicó una calle con su nombre en recuerdo de sus trabajos sobre los moriscos de la villa.

Autor de una vasta e importante obra, lector y escritor infatigable, los intereses del profesor Dadson no se agotaron en la literatura española del Siglo de Oro, de la que era un reconocido especialista, sino que se extendieron hasta la poesía española contemporánea y otros contextos, por otro lado, tan próximos a su formación académica de filólogo como la historia del libro y la lectura. Recuérdense títulos como Libros, lecturas y lectores: estudios sobre bibliotecas particulares españolas del Siglo de Oro (Editorial Arco/Libros, 1998), Historia de la impresión de las Rimas de Lupercio y Bartolomé Leonardo...

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